Cuando el cariño y la compenetración va más alla de lo establecido, nos damos cuenta que perros, gatos, hamster, caballos, etc, no son simplemente animales de compañia, seres inferiores o mascotas, sino los consideramos como hermanos menores que merecen nuestra preocupación, amor y respeto, similar a la familia directa.
A veces creo que esa supuesta superioridad del ser humano, de que aparentemente estamos creados a imagen y semejanza de un dios, nos ha llevado a menospreciar a seres vivos y la naturaleza, al creernos dueños de la tierra y agua con todo lo que en ellas convive, en una vertiginosa anciedad, codicia y acaparemiento de recursos, que sin contribuir colectivamente, son utilizados en vanidades propias de seres inferiores.
Aprendamos de nuestros hermanos menores en su vivir, en su predisposición, en su presente, solo ahí comprenderemos que somos parte de un todo, un engranaje más que al faltar este o el de ellos, el sistema no bien funciona. Despojémonos de egos y superioridades absurdas, convivamos como semejantes.
MÉDICOS DEL ECUADOR
ResponderEliminarSu compañía es no solo deseable, sino indispensable para muchas personas, no se podría pensar en un mundo sin ellos, sin sus colores, ellos le dan sonidos a la naturaleza, pero cada día el ser humano, se encarga de matar cientos de animales, con el único fin de obtener ganancias, de recrearse matándolos, sin pensar ni un momento, en lo hermoso, en lo bello, en lo especial que es su existencia.
Cada uno de nosotros, tenemos un lugar en este planeta, solo esperamos, que ellos, nuestras mascotas, nuestros hermanos menores, tengan siempre un lugar en nuestro corazón.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de marzo como Día Mundial de la Naturaleza para celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna, así como de crear conciencia en la humanidad para su conservación. Numerosas especies que se encuentran en peligro de extinción, la mayoría de ellas debido a la acción directa o indirecta del hombre, tales como cambio climático, destrucción de su hábitat o casa furtiva.
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